El verano nos regala momentos únicos: tardes de playa, paseos al sol, baños de mar y esa sensación de bienestar que se refleja en la piel con un tono dorado y luminoso. Sin embargo, al llegar septiembre, una de las preguntas más frecuentes es cómo mantener ese bronceado saludable durante más tiempo, sin recurrir a hábitos poco recomendables como los rayos UVA.
En este artículo de Le Blanc, Centro de Estética, te contamos por qué el bronceado no es sinónimo de salud, qué ingredientes ayudan a mantenerlo y qué rutinas puedes adoptar para prolongar el color del verano mientras cuidas tu piel en profundidad.
La fascinación por el bronceado: entre mito y realidad
Según una encuesta de la American Academy of Dermatology (AAD), el 20 % de los adultos de la Generación Z (entre 18 y 25 años) considera que broncearse es más importante que prevenir el cáncer de piel. Y lo que es más preocupante: el 30 % piensa que vale la pena verse bien ahora, incluso si eso implica problemas en unos años.
En Europa, un estudio de La Roche-Posay e Ipsos mostró que el 73 % de las personas informadas cree que el bronceado no solo es atractivo, sino también saludable. Este dato contrasta con los mensajes médicos que alertan sobre los riesgos del sol y la necesidad de fotoprotección constante.
Lo cierto es que, desde Coco Chanel hasta nuestros días, el tono dorado se ha asociado a una imagen de vitalidad, juventud y belleza. Sin embargo, es fundamental recordar que el bronceado es en realidad un mecanismo de defensa de la piel ante la radiación solar.
Entonces, ¿cómo podemos disfrutar de una piel luminosa, mantener ese tono veraniego y, al mismo tiempo, ganar salud en la piel?
El desafío de septiembre: cuando el bronceado empieza a desvanecerse
Después de las vacaciones, es habitual que el bronceado empiece a perder intensidad. La piel, castigada por la exposición solar, la sal del mar o el cloro de las piscinas, tiende a resecarse y descamarse. El resultado es un color más apagado y poco uniforme.
Es aquí donde entra en juego la rutina de cuidado: hidratar, reparar y nutrir. Solo así lograremos prolongar el bronceado y devolver a la piel su elasticidad y luminosidad natural.
Tres pilares básicos para prolongar el bronceado
En Le Blanc creemos que el secreto para mantener una piel bonita tras el verano se basa en tres pilares fundamentales:
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Hidratación intensiva
Beber agua suficiente y usar fórmulas con ingredientes humectantes (como ácido hialurónico o glicerina) es esencial. Una piel bien hidratada retiene mejor el color y evita la descamación que hace perder el tono. -
Antioxidantes
Los radicales libres generados por el sol dañan las células y aceleran el envejecimiento cutáneo. Incorporar antioxidantes en tu rutina (como la vitamina C en el rostro o extractos botánicos en el cuerpo) ayuda a neutralizar este daño, unificar el tono y devolver luminosidad. -
Reparación celular
Tras el verano, la piel necesita regenerarse. Los tratamientos con exosomas, péptidos o fórmulas reparadoras favorecen la renovación natural, ayudando a mantener el bronceado más uniforme y prolongado.
Ingredientes clave para cuidar la piel tras el verano
Vitamina C: el aliado perfecto para el rostro. Neutraliza el daño solar, ilumina, previene manchas y prolonga el tono bronceado de forma uniforme. Se recomienda aplicarla por la mañana, siempre acompañada de fotoprotector.
Ácido hialurónico: imprescindible en cuerpo y rostro. Retiene agua en la piel, evitando la sequedad y logrando un efecto jugoso que prolonga el color.
Aceites nutritivos (jojoba, almendra, rosa mosqueta): además de hidratar, aportan elasticidad y un acabado radiante. Perfectos para rituales nocturnos o tras la ducha.
Lociones prolongadoras del bronceado: muchas contienen potenciadores de melanina, péptidos y antioxidantes que ayudan a intensificar el color mientras mejoran la regeneración cutánea.
Exfoliar para prolongar el color
Puede sonar contradictorio, pero la exfoliación suave es clave para mantener el bronceado. Al retirar células muertas, evitamos que la piel se vea apagada y favorecemos un tono más uniforme. Eso sí: debe hacerse con productos delicados y sin abusar (una vez por semana es suficiente).
En Le Blanc nos preocupamos por tu piel, por eso recomendamos exfoliantes que combinan partículas suaves con agentes hidratantes, para que el proceso no reseque la piel.
Tratamientos profesionales para mantener el bronceado
Además de la rutina en casa, los tratamientos estéticos son una gran herramienta para prolongar la belleza de la piel después del verano:
✨ Exosomas: estimulan la reparación celular, mejoran la calidad de la piel y ayudan a mantener un tono más uniforme.
✨ Indiba: activa la regeneración natural, favorece la circulación y potencia la luminosidad de la piel.
✨ Hidrataciones intensivas con ácido hialurónico: perfectas para recuperar elasticidad y evitar descamaciones.
En Le Blanc combinamos estos tratamientos con un diagnóstico personalizado, adaptando cada protocolo a las necesidades de tu piel tras el verano.
Trucos extra para alargar tu bronceado
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Aplica tu crema hidratante justo después de la ducha, con la piel aún ligeramente húmeda, para sellar mejor la hidratación.
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Evita duchas muy calientes y jabones agresivos, que resecan la piel.
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Incorpora en tu dieta alimentos ricos en betacarotenos (zanahorias, calabaza, batata) y antioxidantes (frutas rojas, cítricos). Estos nutrientes ayudan a prolongar el tono desde dentro.
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No olvides el fotoprotector: incluso en septiembre la radiación solar sigue siendo intensa. Proteger la piel no solo evita manchas, también prolonga un bronceado uniforme.
En Le Blanc sabemos que el bronceado es, en esencia, una defensa de la piel ante el sol. Pero con los cuidados adecuados, es posible prolongar ese tono dorado que tanto nos gusta y, al mismo tiempo, mejorar la salud de nuestra piel.
La clave está en hidratar, nutrir, reparar y proteger. Con la ayuda de ingredientes como la vitamina C, el ácido hialurónico o aceites nutritivos, junto a tratamientos profesionales como los exosomas o Indiba, podrás disfrutar de una piel luminosa, uniforme y saludable más allá del verano.
En Le Blanc, Centro de Estética, queremos que tu piel cuente tu mejor historia. Porque un bronceado bonito no se trata solo de lucir color, sino de mantener una piel fuerte, cuidada y llena de vida.